Solistas (soprano, contralto, tenor y bajo), coro y orquesta (cuerda y órgano)
Compuesta entre Octubre y Noviembre de 1768, Viena.
Kirie
Gloria
Credo
Sanctus
Benedictus
Agnus Dei
En 1768 Leopold Mozart pasa todo el año con sus dos hijos en Viena, donde Wolfgang completa en entre otras cosas, el Singspiel “Bastian y Bastinana “. Durante esta segunda estancia en Viena, Mozart escribe su primera y sobreviviente Misa, probablemente entre Octubre y Noviembre. Esta composición ha sido frecuentemente vista como un trabajo producido para la inauguración de un Orfanato. Siempre O.E. Deutsch se ha adherido a esta teoría. Pero este trabajo es demasiado modesto para tan solemne ocasión, el conjunto es solo meramente para un coro de cuatro partes, dos violines, viola, bajo y órgano.
Aunque el trabajo reporta una gran innovación en los modelos de Salzburgo, la habilidad del compositor de 12 años para manejar los problemas de una formal uniformidad de los movimientos con un texto tan extenso es sorprendente. En el Gloria él resuelve este por una motivante relación de los todas las líneas melódicas, una técnica que habrá de desarrollarse hacia un arte refinado en sus posteriores Misas de Salzburgo.
Sobre el mismo tema he de referirme al apoyo de un conocido, el jesuita Ignaz Parhammer, rector del orfanato de Rennweg: con sus afectuosos encargos, pero sobre todo con el ardor que le mueve en lo tocante a la “música divina”, invita al joven salzburgués a componer piezas religiosas.
Como anteriormente se mencionó se pensaba que esta pieza estaba destinada a la inauguración de la iglesia este padre jesuita, pero que en realidad se piensa es la KV139, aclarando su destino que fue mas bien el convento de Santa Úrsula, también en Viena.
Las primeras misas de Mozart se mueven en una estructura de “stilus mixtus”, típico del tardobarroco y alejado de la pureza de la música sacra; y oscilarán hasta la madurez, en una inspiración más sobria y una visión más “italiana “ y coloreada, entre un género de misa más íntima y expresiva.
En esta misa, de construcción breve y concisa, el vínculo con el estilo más antiguo y riguroso parece todavía firme: la escasa participación de la orquesta, la modesta independencia de las voces, el empleo de materiales ajenos (las obras de J.S. Bach y Händel) y la unidad del estilo y de la melodía son otros tantos signos de la “resistencia” de una tradición musical sacra que llevaba en la sangre.
Detalles: Es curioso que en esta misa Mozart incluyera las violas como homenaje a la tradición vienesa, mientras que, de vuelta a Salzburgo, en la siguiente misa KV65 dicho instrumento desaparecerá de la orquesta.
Notitas: En la aversión general del ambiente vienés hacia el pequeño compositor, Mozart se ve reconfortado por el aplauso y el calor de los nobles y burgueses, empezando por el doctor Anton Mesmer, teórico del magnetismo, que invitó a Mozart durante estos meses a representar en su jardín privado el singspiel Bastian y Bastian KV50.
Solistas (soprano, contralto, tenor y bajo), coro y orquesta (cuerda y órgano)
Compuesta el 14 de enero de 1769, Salzburgo.
Kirie
Gloria
Credo
Sanctus
Benedictus
Agnus Dei
A diferencia de la KV. 49, se tiene información exacta acerca de la terminación de esta obra. El autógrafo de la partitura nos muestra “Salzburgo, 14 de enero de 1769”.
Esta fue ejecutada el 5 de Febrero en la Universidad Católica de Salzburgo para la apertura de la catorceava hora de la vigilia.
El coro de cuatro partes alterna con cuatro solos de voz, y la instrumentación es encargada a los dos violines, bajo, tres colla parte de trombones para reforzar al coro y órgano.
Breve y sobria como su hermana, la KV65 pertenece al género de las misas “expresivas”, con referencias y elementos antiguos y contrapuntísticos rigurosos, alejados de los grandes efectos de las misas oficiales, como la KV66.
Mozart trabaja en el Benedictus cuatro veces, antes de decidirse; para la parte de soprano, para solo de cuarteto, para tenor y dueto de bajos, y al final para soprano y dueto de altos. Para el Credo, Mozart escoge el prohibido estilo de la politextualidad, el canto simultáneo de mas que una sola línea del texto por consideración a la brevedad. No obstante las entradas del “Cum sancto spiritu” al final del Gloria, y en él “Et vitam venturi” al final del Credo son cada uno extendidos en cortas secciones de fugado. En contra del Re Menor del Kirie y el Agnus die, el trabajo finaliza con un ingenioso “Dona nobis pacem” en triple tiempo, y él “Et vitam venturi” en forma de fugado, interrumpidos por silencios de negras, que es luminoso y desenvuelto.
Opiniones: Geiringer nos dice: “Mozart cuidó mas esta obra, respecto a la KV49, y es curioso notar como lo hizo, para el “Benedictus “, tres versiones distintas antes de decidirse por la versión definitiva. También es interesante notar la manera como trata Mozart de reaccionar contra la aparente falta de cohesión de sus primeras misas.”
Solistas (soprano, contralto, tenor y bajo), coro y orquesta (trompetas, timbales, cuerda y órgano)
Compuesta en Octubre de 1769, Salzburgo.
Kirie
Gloria
Credo
Sanctus
Benedictus
Agnus Dei
El 15 de octubre de 1769 Cajetan Hagenauer, el hijo de un amigo de Leopold Mozart, celebra su primera misa en San Pedro en Salzburgo, donde este había sido ordenado. Para esta ocasión Mozart escribe una misa solemne para solo de voces, coro, dos violines, viola, doble bajo, dos trompetas de clarín, timbales y órgano. En 1776 añade dos oboes, dos cornos y dos trompetas más. Debido a que Cajetan había tomado el nombre Dominios, el trabajo fue llamado “Dominikus-Messe.”
De acuerdo a la naturaleza solemne de la ocasión para la cuál fue escrita, el trabajo tiene un carácter festivo, y puesto que este no sería representado en la catedral, Mozart siempre habrá de regresar a la prohibida forma de cantata. Tanto el Gloria como el Credo están divididos en siete secciones, y los coros son intercalados con solos de arias y solos de ensambles a la manera de la misa Napolitana. Particularmente notorias son en Sol menor “Qui tollis” en el Gloria, y en el Credo el cuarteto “Et incarnatus” y los coros graves “Crucifixus” en do menor, con una monumental entrada a capella.
Ambos movimientos finalizan con extendidas secciones de fuga. La fuga “Cum sancto spiritu” del Gloria es particularmente festiva y enérgica. En varios puntos los solistas tienen cadenzas. Claramente Mozart contaba con el gran amor a la música de Cajetan, para realizar este trabajo de esta forma.
Bastan dos compase iniciales - a la entrada de la soprano en el kirie, de audaz desenvoltura teatral- para intuir como se llegará, cien años después, al Réquiem de G.Verdi ó a la Petite Mese Solennelle de G.Rosssini.
Opiniones: de Abert tenemos: “Éste es el primero y durable hito estilístico en la producción religiosa de Mozart. El hecho de que esta cambio se logre de manera sustancial es una prueba más de su capacidad para adaptarse rápidamente a diversas concepciones artísticas.
Gavezotti: “Se aprecia ya con bastante claridad la presencia de elementos operísticos tanto en la mayor amplitud de los episodios como en el mayor relieve de las partes solistas. “
Notitas: El 15 de Octubre de 1769, el propio Mozart dirige la misa para su amigo Dominikus; fue tal el éxito que la ceremonia se prolongó unas horas más con otras piezas de música (entre ella, el ofertorio KV117) y con varias “fantasías” para órgano.
Compuesta en Junio 1773, Salzburgo.
Solistas (soprano, contralto, tenor y bajo) y órgano
Misa brevis Fa mayor KV116 (¿apócrifa?)
Solistas (soprano, contralto, tenor y bajo) y órgano.
Equivocadamente reunidas en el primer catálogo, Estas dos misas han recibido una ordenación cronológica distinta por la crítica. La fecha de composición se ha desplazado a junio de 1773, tras el tercer viaje a Italia; pero la brevedad de este fragmento ( la misa se interrumpe, sin dejar huellas, en el noveno compás del “Sanctus”) no permite más que escasos análisis de texto.
La KV 116 que se remonta en algunos meses en el último catálogo, ha sido recientemente atribuida a Leopold.
Detalles: Paumgartner, crítico, músico y compositor, ha tratado de “reconstruir” la misa KV115, completándola con otros fragmentos mozartianos.
Cuatro solistas, coros, dos violines, dos violas, bajo, dos oboes, tres trombones, cuatro trompetas, timbales y órgano.
Compuesta entre Octubre y Diciembre de 1768, Viena.
Kirie
Gloria
Credo
Sanctus
Benedictus
Agnus Dei
El 7 de diciembre de 1768, en la presencia de la Emperatriz María Teresa y sus hijos, la nueva iglesia “Weisenhaus” cercana a la Rennweg en Viena fue consagrada. En un artículo de un periódico Vienés nos declara “toda la música cantada por el coro del orfanato en la Gran Misa fue escrita por Wolfgang Mozart, un muchacho de 12 años famoso por su excepcional talento, hijo de Leopold Mozart, el kapellmeister de la corte del príncipe de Salzburgo; fue compuesta especialmente para esta ocasión, y dirigida por el mismo compositor, y recibió el aplauso y admiración de todos los presentes; él condujo la Misa y los motetes adicionales con gran precisión..”¿ Cuál misa fue representada para esta ocasión ¿?
Los Musicólogos han debatido largamente para contestar esta pregunta. También habría que preguntarse dónde un muchacho de 12 años habría de crear una Gran Misa al estilo de la cantata para cuatro solistas, coros, dos violines, dos violas, bajo, dos oboes, tres trombones, cuatro trompetas, timbales y órgano.
Pero recientes estudios han dejado poco espacio para dudar que esta Misa es la KV 139 en Do menor.
El hecho de que Mozart regresara a la desusada forma de la cantata de la Misa Napolitana, es debido a su totalidad a lo excepcional de la ocasión.
La certeza con la que Mozart lleva a cabo esta tarea de manera magistral es sorprendente, aclarando de antemano que la convecionalidad de este trabajo, no habrá de sobrevalorarse.
El Kirie abre en un adagio en Do menor, al estilo de la overtura francesa, esto da camino a un fresco y feliz Allegro. La sombra de la tonalidad de Do menor aparece dos veces, en el coro monumental “Qui tollis” dentro del gloria y en la entrada del “Agnus Die”; la marcada expresividad de l “Crucifixus” en el credo es en la clave de Fa menor; para lo demás las tonalidades mayores imperan.
La poderosa doble fuga al final del Credo, nos muestra la mano del artesano compositor de 12 años.
Los solos en el gloria y el credo son suficientemente líricos en el carácter operístico, aparte de la soprano de coloratura colocada en el “Quoniam” del Gloria. Aunque investigaciones que nos han revelado modelos para esta obra magnífica han aparecido, los poderes creativos del joven Mozart no dejan de sorprendernos.
Opiniones: Abert comenta: “ Aquí Mozart no sólo retoma el estilo moderno, sino que acentúa su carácter operístico en un grado jamás alcanzado antes ni después. La misa bulle con los más fuertes contrastes dramáticos y contiene imágenes nocturnas de una audacia ni siquiera rozada por otros trabajos de época..”
Sadie comenta: “ Esta misa presenta el consabido acercamiento de episodios para solistas y coro, estos últimos por lo general homofónicos, sin las amplias fugas que, por tradición, cierran las secciones.
Geiringer: “La lenta sección de introducción en Do menor (del kirie) es de una intensidad de sentimientos casi emocionante y además contiene fervientes súplicas que llegan hasta el fondo de la miseria del hombre, que pide misericordia. (…) La sensibilidad con la que utiliza Mozart el voluminoso plantel instrumental aparece claramente en el “Crucifixus”, en el que el sonido de las trompetas con sordina se funde con el de los trombones, produciendo una imagen de dolor.”
Solistas, coro, dos violines, bajo y órgano
Compuesta posiblemente en 1773, Salzburgo
Incipit no disponible
Kirie
Gloria
Credo
Sanctus
Benedictus
Agnus Dei
El autógrafo de esta misa, realizada para solistas, coro, dos violines, bajo y órgano se ha perdido, tanto que la autenticidad del trabajo, el cuál es estilísticamente inusual, ha sido cuestionado. Ahora la investigación de Walter Sern para la nueva edición de Mozart, basada entre otras cosas, en una copia de los archivos de la catedral de Salzburgo, hace la autoría de Mozart vista como muy probable. La característica en forma de canción de este trabajo la ha hecho ganar el nombre de “Pastoralmesse.”
Esta caracterización es justificada por la oscilación de la triple métrica en el Kirie y el Gloria, y en el Agnus Dei, esto da forma al mérito en el cierre en el “Donna nobis pacem.” Las principales secciones de las tres partes de Credo y las secciones finales del Sanctus y el Benedictus son ampliamente remarcadas.
El intercambio de solistas en los coros en el Gloria es motivantemente unificado, mientras esta unidad es usada en las principales secciones del Credo, por medio de la recurrente figura del violín. Esto es pensando que el trabajo fue escrito en 1773.
Coro (soprano, contralto, tenor y bajo) y orquesta (cuerda, oboes, trompetas, tímpanos y órgano)
Junio 1773, Salzburgo.
Kirie
Gloria
Credo
Sanctus
Benedictus
Agnus Dei
Esta misa, compuesta en Junio de 1773 a su regreso de su tercer viaje a Italia, marcado por el éxito milanés de Lucio Sila KV 135, y probablemente ejecutada en la catedral de Salzburgo en las festividades de la trinidad de ese año, no posee solos de voces. Porque este era un gran día festivo, Mozart sustituyo los dos violines y bajo con dos oboes, dos trompetas de clarín, tos trompetas –las cuáles en la práctica fueron reemplazadas por trombones- y órgano. El trabajo es remarcadamente instrumental en su concepción. Extensos preludios e interludios llevan a la orquesta a primer plano. En grandes extensiones la textura del bloque de cuerdas de las partes corales muestran ser interconstruidas en la viva y colorida parte orquestal. Las fugas del cierre del Gloria y Credo y el fugado “Dona nobis pacem “, nos recuerda la Misa Solemnis. Fuera del relativamente expandido Credo, el trabajo es bastante compacto.
Mozart se nos muestra oscilando entre lo conciso demandado por el Arzobispo y en el Credo su deseo por una expansión instrumental. Los episodios “ a capella” del “Et incarnatus” son deliciosos. La tonalidad de Do mayor otorga a todo el trabajo un sentimiento festivo, el cuál es menos íntimo que en otras Misas escritas por Mozart durante este período, las cuales se notan más mediocres.
La KV167 es uno de los primeros obsequios explícitos a la mentalidad y al gusto del nuevo arzobispo de Salzburgo.
Opiniones: Abert comenta: “Por el estilo evoca a la misa KV139, no sin importantes diferencias. Le falta especialmente el sesgo dramático, así como la riqueza de los contrastes y el carácter casi de “Sturm und Drang” de la otra misa. En compensación, tiende en mayor medida a la coherencia formal y temática de sus partes (…). Esta construcción es un espléndido testimonio de la sensibilidad formal y temática de sus partes.
Detalles: La orquesta está curiosamente desprovista de violas, si bien ha sido reforzada por oboes, cuatro trompetas y timbales.
Solistas, coro, dos violines, bajo y órgano.
Compuesta el 24 de Junio de 1774, Salzburgo.
Kirie
Gloria
Credo
Sanctus
Benedictus
Agnus Dei
1774 es uno de los cuatro años de “pausa” en los que Mozart vive casi sin solución de continuidad en Salzburgo, a excepción de los dos breves paréntesis de Viena, del verano de 1773 y Múnich a finales de 1775 para la representación de la Jardinera fingida; un año que Mozart dedica preferentemente a la composición de sinfonías, de música para piano y de música sacra destinada al uso litúrgico cotidiano.
La misa KV192 - seguida, tras apenas dos meses, de la hermana KV194 – remite a los primeros trabajos de 1769 (las misas brevis KV49 y KV65.) Pese a algunas profundas y originales innovaciones. Mozart persigue todavía los mismo objetivos compositivos, tendentes ante todo a evitar la fragmentación de los episodios y a conferir a la obra, a pesar de su riqueza de elementos y de sus ascendencias heterogéneas, la amalgama de un tejido global.
El autógrafo de esta obra nos la muestra fechada el 24 de Junio de 1774, el plantel esta creado para solistas, coro, dos violines, bajo y órgano, este trabajo representa, en su formal economía, el perfecto ejemplo de la Misa Brevis en términos de los requerimientos de Colloredo. Pero este imitativo contrapunto de temática unidad y subtitulada instrumentación hace de este trabajo una obra maestra en miniatura. Al final del Gloria y Credo y en el “Hossana” del Sanctus y Benedictus, pasajes fugaces vienen en su ayuda. El más interesante movimiento es el Credo, en el cuál el flujo del texto es repetido ininterrumpidamente por interpolaciones de “Credo”, en una figura de cuatro notas, el cual crea ahí nada mas que un paréntesis temático, pero el cual irá a reaparecer en el triunfante contrapunto en el último movimiento de la Sinfonía Júpiter.
De unas cartas escritas por el padre de Mozart, sabemos que el trabajo fue presentado en el Hofkapelle, en Febrero de 1775 en Munich, conducido por Leopoldo. Mozart probablemente presentó la Misa a los canónigos de la Santa Cruz en Augsburgo en Octubre de 1777.
Opiniones : Abert: “ Considerada por muchos como la mejor de las misas juveniles de Mozart, va mucho más allá de todas las que hasta aquí reseñadas tanto por la unidad temática de cada fragmento como por el reforzamiento del elemento contrapuntístico; abre caminos que hasta las precedentes misas no dejaban barruntar. (…) Se entrecruzan en esta misa las tendencias más variadas.”
Curiosidades: Una de las dos misas –la KV192 o la KV194 – es probablemente la obra ejecutada en la legendaria “Fiesta de la coronación de María”, celebrada por el santuario de Mariaplan el 27 de junio de 1779. La tradición según la cual la KV317 es la Misa de la Coronación se tambalea en nuestros días: La consistencia de la orquesta exigida por la imponente KV317 no habría permitido su ejecución, según los estudiosos, en este microscópico santuario próximo a Salzburgo.
Solistas (soprano, contralto, tenor y bajo), coro, cuerda y órgano.
Compuesta 8 de agosto de 1774, Salzburgo.
Kirie
Gloria
Credo
Sanctus
Benedictus
Agnus Dei
El autógrafo es fechado el día 8 de Agosto de 1774. El plantel es idéntico a la KV192, y los dos trabajos son parecidos en su estilo. Aquí también la escritura contrapuntística refuerza el trabajo, pero esta Misa es más lírica y cantable que su predecesora. La brevedad exigida es manejada por una rápida “declamación” coral a lo largo de los textos del Gloria y el Credo. El concluyente “Dona nobis pacem” se intercambia entre los solistas y el coro en una forma al estilo de vaudeville. Irónicamente el apasionado Cecilian Franz Xaver Witt, quién desdeña la música de iglesia de Mozart y Haydn, considera esto brillante, y encantadora y algo que sin distinguir a esta Misa, par él es la única de la Misas de Mozart que es litúrgicamente apropiada.
La atención musical de Mozart se dirige a la “brevedad”, entendida no sólo literalmente, sino también en el sentido, más alto y musical, de concisión estilística y expresiva. Aunque en la KV194 vuelven a aflorar episodios solistas más amplios y virtuosístico, su sólido y atento entramado garantiza - en profundidad - su carácter, siempre perseguido, de fusión y homogeneidad.
Opiniones: Abert nos dice: ” Mozart no ha proseguido el camino iniciado en la misa KV 192. (…) La importancia de esta misa reposa en las últimas partes y sobre todo, en el Sanctus. El carácter general de este trabajo es más agradable que profundo; sin duda satisfizo los gustos del arzobispo más aún que las misas precedentes. “
Curiosidades: En las dos misas breves hace uso Mozart del coro “con gran satisfacción” – como escribirá el mismo -, habido cuenta de que la capilla de Salzburgo poseía todavía un coro completo (lo que constituía una verdadera excepción a la época).
Solistas, coro, dos violines, bajo y órgano, con trompetas y timbales.
Diciembre de 1776.
Kirie
Gloria
Credo
Sanctus
Benedictus
Agnus Dei
Mozart pasa los primeros meses de 1775 en Munich, donde su opera “La finta giardinera” había sido presentada. Él escribe su Misa brevis en Do mayor, pensando que esta fuese presentada en el Hofkapelle el 15 de febrero de 1775, esta de hecho no fue escrita para Munich sino para la Catedral de Salzburgo, es notable lo radicalmente corto del Gloria y el Credo, y de la ausencia de violas. El trabajo fue probablemente realizado para una gran misa del verano de pascua. Lo corto del trabajo excluye cualquier tipo de imitativo de contrapunto. El contexto coral es en la mayoría completamente homofónico, y el Gloria y el Credo es politextual, requiere ante todo menos tiempo para su ejecución que sus más cantabiles equivalentes.
El cuarteto del Benedictus es más expandido, y es probablemente él más bello movimiento de esta misa. Al final, él “Dona nobis pacem” retoma el material temático del Kirie, para darle uniformidad a la totalidad de la obra.
Esta composición singularmente breve, probablemente escrita a toda prisa; esta considerada por la crítica como una de las páginas sacras más pobres en contenido y elaboración polifónica.
Opiniones: Abert nos comenta: “Lo que llama la atención enseguida es la cuasi total ausencia de contrapunto, lo que hace de esta misa el polo opuesto de la KV192. Parece cómo si Mozart hubiese querido realizar una obra de gran transparencia formal y de especial “facilidad”; en una palabra una obra popular.
Detalles: como hace notar Abert, es curiosa la repetición del kirie en él “Dona”, procedimiento frecuentemente adoptado por los dos hermanos Haydn y del que se servirá su alumno Süssmayr para completar el réquiem tras la muerte de Mozart.
Curiosidades: Es sobrenombre de “Misa de Pájaros”, que vio la luz dentro del círculo de los músicos de la Alemania meridional, deriva de los “efectos sonoros “ de los violines en el acompañamiento del “Pleni sunt coeli” y el “Hosanna”.
Solistas (soprano, contralto, tenor y bajo), coro, orquesta (cuerda, oboes, trompetas, trombones, timbales y órgano)
Compuesta en Noviembre de 1776, Salzburgo.
Kirie
Gloria
Credo
Sanctus
Benedictus
Agnus Dei
Entre Noviembre y Diciembre de 1776, Mozart compuso tres misas, una después de otra: La KV257, también llamada “Credo-Messe”, la KV258 ó “Spaur-Messe” y la KV259 “Organo solo” Misa.
La KV257 no es únicamente la más sobresaliente de esta trilogía, pero al menos es la más substancial de todas la Misas de Salzburgo. Es conocido que la música folclórica esta ligada muy de cerca de la música de moda de aquel año, pero aquí la tonalidad galante de tal música es llevada a una esfera de reverencia e inequívoca calidez.
Mozart parece ser retado más bien que obstaculizado por la brevedad demandada por el trabajo, para la salud de este ingenio confinado a este espacio reducido es notorio, ya en la misma orquestación, la cuál esta llena de contrastes, manejando una independencia instrumental cercana a la música de cámara.
El trabajo está ricamente orquestado, con dos oboes, dos trompetas, tres trombones, timbales y órgano, y las usuales cuerdas, y los instrumentos son colocados contra las partes vocales con un extremo colorido y flexible forma, con notoria independencia sinfónica.
Mozart vuelve con este texto musical a los terrenos conocidos y madurados del estilo italiano galante a través de elementos variados y heterogéneos: el recuerdo del espíritu napolitano convive de hecho con delicadas pinceladas liederísticas y con ecos de música popular (mediante los ecos de las “Land-Messen”, las humildes y hoscas páginas religiosas de los kapellmeister de provincia).
La solemne apertura del Kirie es seguida por un Allegro. A través de la composición del Gloria, Mozart es capaz de en escena el obligatorio “Qui tollis” como el clímax del movimiento, sin interrumpir el rápido tempo. En las tres partes del Credo la pieza central es un apasionado “Et incarnatus” para un solo de cuarteto; después el oyente es trasladado por los coros sollozantes del “Crucifixus.” En el Sanctus, Mozart una vez más expone su notación de cuatro notas de la figura de la “Júpiter”. El bellísimo cuarteto de la melodía del Benedictus es una joya que fluye entrelazada con radiante música de cámara. El fin del “Dona nobis pacem” otra vez caracterizado por un lujo de lirismo entre violines y oboes, y el trabajo cierra no a la manera de un luminoso final, sino con un suplicante coral de simplicidad cantabile.
Opiniones: Abert comenta: ” Esta misa no alcanza nunca grandes profundidades, si bien pertenece a las músicas religiosas más logradas de Mozart por la belleza y nobleza de la melodía y el sonido.”
Detalles : El apodo posteriormente adquirido por el trabajo de “misa del credo” viene de las repetidas intervenciones de la palabra “Credo” el cual interrumpe o se combina contrapuntísticamente con el texto, de similar manera a la KV192.
“El tema del credo es sencillísimo – Nota Einstein – y, a cada repetición, nos parece estar oyendo la exclamación de un muchacho”.
Solistas (soprano, contralto, tenor y bajo), coro y orquesta (cuerda, trompetas, timbales y órgano)
Compuesta en Diciembre de 1776, Salzburgo.
Kirie
Gloria
Credo
Sanctus
Benedictus
Agnus Dei
Esta misa considerada la menos importante de sus compañeras, la KV257 y la KV259, fue compuesta bajo la égida del arzobispo Colloredo.
El autógrafo marcado en la partitura nos señala “ Salzburgo Diciembre de 1776”, y fue hecho por alguien más que Mozart mismo.
Esta Misa brevis, es una de las páginas más sencillas y religiosas que Mozart escribió jamás, breve, pese a sus prolijidades en el tejido musical, hasta el punto de haber sido definida como “apresurada “, esta página renuncia a los efectos vocales e instrumentales y a los ornamentos mundanos que habían coloreado algunas páginas religiosas precedentes, a perjuicio también del tejido polifónico.
El plantel en sí apunta para una ocasión especial, con dos trompetas, y tres colla parte de trombones, timbales y órganos en suma a las cuerdas tradicionales. Ahora esto no quiere decir que sea de la misma clase que su predecesora, esta Misa se distingue por su independiente escritura orquestal. Un alegre kirie en tres tiempos maneja este momento a través de la constante alternancia de los coros y los solistas. La estricta composición del Gloria nos ofrece una breve fuga antes del cierre, de la misma manera la sección del “Hossana” del breve Sanctus. En la sección intermedia del Credo, el expresivo adagio “Et incarnatus” para solo de tenor es desplazado por el amenazante efecto en el “Crucifixus”, donde las intervenciones de los bajos, soportadas por los trombones, se opone a las voces solistas. Un relieve es proveído en la sección de cierre por un dueto entre soprano y el alto en las palabras “Et in spiiritum”. El Benedictus es mas expandido, alternado solo de cuarteto y él coro. Aquí también Mozart cambia su acostumbrado final con Allegro en él “Dona nobis pacem” a favor a algo más lírico y reflexivo final.
Opiniones : Abert comenta: “En la relación entre la palabra y música es aquí evidente el paso de una concepción puramente musical a otra más atenta a los valores de texto. En el fondo se trata de una vuelta, si bien con medios modernos, al estilo del padre Martini, en quién hace pensar también la singular parsimonia orquestal.”
Curiosidades: La denominación de “Spaur-Messe” (dada por Leopold) indica que esta misa fue compuesta para la ordenación sacerdotal del conde Joshep von Spaur, más tarde decano de la ciudad.
Asistente del Arzobispo de Brixen y la cuál tomo lugar en la Catedral de Salzburgo el 17 de Noviembre de 1776, curiosamente antes de la fecha del autógrafo en la partitura.
Solistas (soprano, contralto, tenor y bajo), coro y orquesta (cuerda, trompetas, timbales y órgano)
Compuesta en Diciembre de 1776, Salzburgo.
Kirie
Gloria
Credo
Sanctus
Benedictus
Agnus Dei
La última de las tres misas escritas al final de 1776, fue probablemente compuesta para la festividad de los Santos inocentes el 28 de diciembre. Esta ha sido celebrada generalmente en las iglesias con coros de niños para este día festivo. En la catedral de Salzburgo los niños cantan soprano y alto. Esta pequeña misa representa el prototipo de misa corta demandada por Colloredo, de la cuál, Mozart a escrito en su famosa carta al padre Martini, empleando sin embargo la totalidad de la orquesta, para este caso dos trompetas y timbales, acompañados por las usuales cuerdas. El órgano tiene un papel especial en esta Misa, lejos de su uso normal como relleno musical, ha sido tratado como instrumento de solo concertante en el cuarteto del Benedictus (que contrario a la usual práctica es ejecutado en Allegro vivace ). Esta característica da a esta misa su tradicional nombre. El trabajo es radicalmente breve.
El flujo lírico del Kirie es seguido por un cambiante interconstruído Gloria, el cual dura menos de dos minutos. Mientras el entonamiento del Gloria es parte de la composición, las tres partes del Credo abren con las palabras “Patrem omnipotentem, ” como es usual en la Misa brevis. La sección intermedia consiste de un expresivo “Et incarnatus” para un solo de cuarteto, seguido por un compacto coral en el “Crucifixus”.
Él más bello movimiento es incuestionablemente el Agnus Dei, en el cuál una cantinela en violín nos lleva a recordar el aria “Porgi amore” de las “Le nozze di figaro”. El ondulante cantabile es realzado por el acompañamiento de pizzicato el cuál continúa en la totalidad de la pieza. Él “Dona nobis pacem” tiene el final característico. Mozart escribió el Sanctus, con el “Hossana” dos veces, tachando la primera e incompleta versión.
Opiniones: Einstein “ Los medios para obtener la máxima brevedad se perfeccionan cada vez más; esto se nota de manera especial en la misa KV259, cuyo Credo, es de tan sólo ochenta y cuatro compases, supera probablemente todas las marcas. Él Benedictus es la única excepción digna de notarse.”
Solistas (soprano, contralto, tenor y bajo), coro y orquesta (cuerda, trompas, trompetas, trombones timbales y órgano)
Compuesta en Abril de 1776, Salzburgo.
Kirie
Gloria
Credo
Sanctus
Benedictus
Agnus Dei
Esta misa ocupa un lugar excepcional entre la obra de música sacra escrita por Mozart, tiene una extensión de 824 barras de largo, es su más larga y completa Misa. Tenemos la fecha de su término de una copia de este trabajo en el Seminario de Lambach, escrito Salzburgo, Abril 1776.
Sciedermair y Paumgartner presumen que esta Misa fue escrita para la catedral de San Pedro, aunque las fugas al final del Gloria y Credo eran prohibidas en la catedral.
Schiedenhofen ahora clama que existen puntos de evidencia de una representación en la catedral el 7 de abril de 1776. Si este es el caso, el trabajo fue posiblemente compuesto para la inauguración del canónigo Conde Von Spaur para el 17 de Noviembre de 1776 (ver Misa brevis KV258). Debemos entonces concluir que las fechas del término de este trabajo (quizás es a principios de Junio o Julio de 1775) y la primera presentación es incierta, de ahí que existan algunas bases para su conexión con la inauguración del Obispo.
Ciertamente esta fue una ocasión donde Colloredo tuvo que ser persuadido para hace una excepción, dado que había ignorado duramente los deseos del Conde von Spaur, quién era un gran amante de la música y ejecutante de viola, y deseaba tener una gran Misa festiva en la Catedral en su inauguración.
Las marcas en el plantel del trabajo son excepcionales. Aparte del usual trío de iglesia, dos oboes, dos cornos, dos trompetas, tres trombones y timbales son empleados.
El Kirie y él “Et in spiritum sanctum” del Credo son precedidos por un gran preludio orquestal, y el Gloria finaliza con una extensa fuga. Ahora más expansivo es el cierre del Credo, con más de 120 barras de largo, y llena de coloratura. El carácter festivo del espiritual Kirie alterna solistas y coro en un bello imitativo de contrapunto. El punto expresivo más alto del las Gloria tripartito es el desconsolado “Qui tollis” en Sol menor. El Credo es construido en cinco secciones. El fervoroso cuarteto del “Et incarnatus” comienza con Adagio , donde su culminación en el coral “Crucifixus” es en Do menor , el cuál es temáticamente relacionado al “Et incarnatus” y esto subraya la teológica conexión entre el nacimiento y la muerte de Cristo. El tiempo de allegro es retomado de nuevo con el “Et resurrexit”. La cuarta sección comienza en el “Et in spiritum”, que es un episodio fluido de lirismo en tiempo de tercera, en el cuál el solo de la soprano tiene un diálogo con el coro. Una masiva fuga termina el extendido movimiento.
Mozart trabaja el Sanctus de manera más económica, en la manera acostumbrada, con un imitativo en la sección del “Hossana”. En la profundidad expresiva del Benedictus el cantabile de los solistas es constantemente interrumpido por la intervenciones de “Hossana” desde el coro. Sollozos imploran desde el “Miserere” remarcan la petición de gracia en el solemne Agnus Dei, hasta el rápido tiempo final tomado sobre el “Dona nobis pacem.” El tema , con la quíntupla nota repetida y el ciclo del final de una quinta hacia atrás de la tónica , provee un cierre enérgico.”
Esta misa retoma claramente el y el estilo de las misas “grandiosas”, en las que se privilegiaban la estructura monolítica, la riqueza casi arrolladora de las ideas musicales y la presencia del énfasis dramático y de los contrastes. Los solistas, al disponer de espacios musicales limitados, “no se conceden más que breves evoluciones, entrando saliendo de un entramado sustancialmente coral”, toda vez que es precisamente el coro quién imprime su carácter particularmente expresivo a la misa.
Opiniones: Geiringer nos dice: ” En esta obra Mozart nos asombra con sus técnicas polifónicas; es más que pura coincidencia el hecho de que Mozart escribiera aquel mismo año al padre Martini (..) expresándole su deseo de charlar con él acerca de varios problemas.”
Fecha: sección terminada el 6/feb/2006
Solistas (soprano, contralto, tenor y bajo), coro y orquesta (cuerda, y órgano)
Compuesta entre verano y otoño de 1777, Salzburgo.
Kirie
Gloria
Credo
Sanctus
Benedictus
Agnus Dei
Aunque el autógrafo de este trabajo esta perdido, se sabe que fue completado en 1777, existe una copia que se encuentra en la Librería Nacional de Austria, y otras copias que fueron encontradas en los archivos de la catedral de Salzburgo y en Lambach. Esta misa regresa a la forma reducida. El score fue hecho para solistas, coro, dos violines , bajo y órgano , y una parte para viola que fue añadida posteriormente , quizás por Mozart mismo.
El Kyrie , al igual que el expansivo cierre del “Donna nobis pacem” , alterna los coros y los solistas en la forma de un rondó; en ambos casos el material temático tiene características de folclor local. Aparte del “Dona nobis pacem “ únicamente el Benedictus ofrece una oportunidad para la expansividad vocal. El conmovedor solo de soprano , en triple métrica, es la corona del trabajo . El sanctus y el gloria han sido totalmente compuestos para ser cantados por el coro únicamente. El Gloria es llevado junto por la figura ascendente cromática con la cuál esta abre. El Credo es fuertemente articulada a través de la alternancia de los solistas y el coro, y de esta manera Mozart hace resaltar la sección del “Et incarnatus “, hecha para solo de cuarteto. La escritura coral es predominantemente homofónica , con solo unos cuantos pasajes imitativos.
Esta misa es la última de las misas que Mozart ofreció en su función como compositor de corte, para al capilla salzburguesa durante los tres años pasados en su ciudad natal.
Opiniones: einstein nos dice: “Mozart renunció por completo a la erudición , pero sin abandonar por completo la polifonía . Pero la polifonía , como también la homofonía , tomó un nuevo significado. La homofonía Mozartiana ya no es galante ; aunque menos religiosa que antes , se torna más sentida , más sencilla, más personal .
Notitas: Se tiene noticia que esta misa fue ejecutada después de la partida de Mozart , el 21 de diciembre de 1777, en la iglesia de San Pedro en Salzburgo. Recuérdese además que , en Julio de 1791, Mozart al marchar de Baden , a donde había acudido a visitar a su mujer Constanza , escogió precisamente esta misa para decir adiós (el último) a la pequeña iglesia parroquial de la ciudad.
Solistas (soprano, contralto, tenor y bajo), coro y orquesta (cuerda,oboes, trompas, trompetas, trombones, timbales y órgano)
Compuesta el 23 de Marzo de 1779 , en Salzburgo.
Kirie
Gloria
Credo
Sanctus
Benedictus
Agnus Dei
El 15 de enero de 1779, Mozart regresaba de su visita sin logros a Manheim y Paris , y renuente retoma sus deberes en Salzburgo. Bajo el nombre de Misa de la “Coronación“, este trabajo se irguió como el más popular conjunto de Misa de Mozart.
El clamor nos dice que esta fue escrita para el aniversario de la ceremonia de entrenamiento de una milagrosa estatua en la Wallfahrtskirsche ( Iglesia de los peregrinos) de Maria Plain, cerca de Salzburgo, aunque es dudoso decir al menos, por una razón que hay un espacio de varios meses entre la fecha de su término y el festival de María , el cual tiene lugar en Junio , y la otra cosa es la gran fuerza orquestal que demanda este trabajo , habría de presentar dificultades en la Wallfahrtskirsche.
Así que es más probable que esta misa haya sido escrito para la celebración de la pascua de 1779.
En adición al usual trío de iglesia, la orquesta consiste de dos de cada uno de los instrumentos, dos oboes, dos cornos y trompetas, tres colla parte de trombones soportando el coro, timbales y órgano.
La misa de la “Coronación” sobrepasa a sus predecesores en términos de vitalidad festiva, es llena de contrastes, la variedad del pensamiento musical que se desarrolla es dentro de estos confines son extremadamente amplios, e impresionante en lirismo.
Atrás de la aparente estructura adusta , la cuál se adhiere a las demandas de concisión del Arzobispo, está oculta una agudeza concienzuda en el detalle. Las impresiones dejadas en Mozart a su paso por Mannheim y París , dejan una clara huella. Hasta en el cierre del “Dona nobis pacem” el retoma el Kirie , para asegurar la unidad musical del trabajo en un todo.
Una ve más el Gloria es construido en tres secciones, con el “Qui tollis “ como pieza central, mientras el Credo está en la forma de rondó, con el “Et incarnatus” como pieza central. El solo de cuarteto y el coro son enfrentados uno contra otro en una variedad de maneras. La estructura del Sanctus es construida en un ostinato instrumental. El Benedictus también en tres partes , con el “Hossana” repitiendo los primeros partes por episodios. El solo de soprano del Agnus Die se anticipa al aria de la condesa “Dove sono “ en las bodas de fígaro. La excelencia de la forma, la casi folclórica accesibilidad de las melodías, y la sinfónica estructura, juntas producen una unidad que eleva el trabajo, en desdeño de esta brevedad, muy por arriba de la Missa brevis y unos pasos delante de las últimas grandes misas de Joshep Haydn.
Esta obra predominantemente coral, aparece animada por algunos episodios para solistas de especial intensidad; el contrapunto brilla prácticamente por su ausencia, mientras que está bastante marcado el carácter sinfónico de la página, fruto de la reciente maduración ocurrida en Mannheim y París.
Opiniones : De Nys comenta : “ Reúne en perfecta fusión ,dos aspectos que parecen inconciliables : un carácter popular (indispensable en una misa destinada a una iglesia frecuentada por peregrinos) y un modelo, sabio y perfectamente elaborado, de lo que Mozart consideraba el ideal estético para una misa , respetando las proporciones de la misa breve.”
Solistas (soprano, contralto, tenor y bajo), coro y orquesta (cuerda,oboes, fagotes, trompetas, trombones, timbales y órgano)
Compuesta en Salzburgo , Marzo de 1780.
Kirie
Gloria
Credo
Sanctus
Benedictus
Agnus Dei
La última misa completa de Mozart de Salzburgo escrita en marzo de 1780. Actualmente descrita como una Misa solemne es en realidad una Misa brevis , a pesar de que con un gran orquesta festiva de dos oboes, dos bajos , dos trompetas, tres trombones y órgano, a la vez con el trío de cuerdas de iglesia. En este trabajo Mozart se va muy lejos del clásico conjunto de la Misa litúrgica, es una compacta y cohesiva estructura de pieza maestra. La orquesta es manejada con una libertad e independencia que sobrepasa a la misa de la “Coronación”.
El lento y solemne Kirie es para el coro únicamente . Las obscuras modulaciones y la cautivante entrada del pequeño preludio orquestal, ponen al descubierto una íntima religiosidad la cual habría de ser convencionalmente evitada.
El gloria y el credo esta construidos de forma compacta, en obediencia a las reglas , pero rebozan en detalle que es mostrado en la interacción de las voces y la orquesta , dándole una unidad natural a través de la interconexión del material temático.
El “Et incarnatus” para el solo de soprano con un obbligato de alientos y el expresivo “Crucifixus” con ese obscuro comienzo para todo el coro al unísono, son increíblemente bellos.
Mozart hizo el Credo dos veces , primero marcando este en “Tempo di ciaconna”, luego haciendo un alto y comenzando de nuevo.
El pequeño Sanctus , con las interpolaciones del coral en octava, siguiéndolo el más revolucionario de los movimientos, un Benedictus en la forma de una sombría fuga coral en La menor , la cuál no tiene contraparte en la Misas de Salzburgo.El Agnus Dei contiene un arioso de solo para soprano con un obbligato de alientos y órgano , una bella pieza de música sacra de cámara, después del cual el “Donna nobis pacem” cierra la misa a la usual y animada manera de un final.
En dejo de esta forma sucinta, esta Misa, con este subliminal detalle y llena de fantasía. Es la más fina de las Misas de Salzburgo. Mozart tiene una buena razón para solicitarle a su padre le envíe la misma, con las partituras de la KV 275 y la KV 317, cuando el estaba en Munich en Noviembre de 1780 para una presentación de “Idomeneo”.
No se sabe dónde se presento la misa ahí, pero se tiene la certeza que él deseaba atraer la atención del Elector como un compositor de música sacra, con la mira de obtener un puesto. Sus esfuerzos ahora fueron inútiles.
El Benedictus es la página que más ha sorprendido a los críticos, hasta el punto de ser interpretada como “arrogante acto de rebelión” de Mozart frente a su amo Colloredo.
Opiniones: Sobre el Benedictus en particular Einstein comenta: “...la pieza más audaz y revolucionaria de todas las misas Mozartianas.”
Curiosidades: Entre los sufrimientos de los últimos meses en Salzburgo, que escribe Mozart a su padre desde Viena al año siguiente: “en Salzburgo, lo reconozco, trabajar me costaba fatiga y casi no lo conseguía. ¿Por qué? Porque dentro de mí no estaba en lo absoluto contento.(...)¡ Nunca se sintió alentado mi talento en Salzburgo!”
seccion terminada el 2/marzo/2006
POR WULFIE: AQUI TERMINA LA COMPOSICIÓN DE WOLFGANG AMADEUS MOZART EN SU OBRA NO LIBRE DE SUFRIMIENTOS EN SU NATAL SALZBURGO , RESTAN PUES AQUÍ COLOCAR LAMÚSICA FALTANTE , QUE ESPERO NO TARDAR EN OFRECERSELAS.